Mala Leche?

La cosa se ha vuelto un poco recurrente en el periodismo deportivo argentino. Si el juego ofrece cosas interesantes para el comentario, las paginas se llenan de juego. Pero cuando se juega feo, las paginas se llenan de debates innecesarios y faltos de rigor que sirven, basicamente, para entretener sin informar.
Ayudan a esto los protagonistas. Desde el llanto y las puteadas de Cappa hasta los cruces dialecticos de Veron en el torneo anterior. Y cuando no ayudan desde el microfono, Ole fabrica las polemicas desde sus tapas. Lo hizo antes con esa tapa con la pierna ensangrentada de Lamela. Lo hizo esta semana con esa tapa con letras de molde: "Mala Leche".
El chico de la tapa es Barrientos. No por sus meritos sino por la lesion de Gio. Barrientos dice ahora que amenazan de muerte a sus hijos. Lunati defiende al de All Boys. El periodismo lo ataca.
Separemos entonces la cuestion en dos partes. Una parte es el costado periodistico/comercial: esta cobertura del tema obedece a la necesidad de vender y entretener a la gilada (mas o menos lo mismo que mandar a un canciller a revisar tres valijas de un avion para "proteger la soberania nacional"). No es diferente de los programas de Rial, de Susana Gimenez o de Tinelli. La segunda parte es la legal/moral: como mostraron las camaras, Barrientos hostigo a Gio durante todo el partido y no fue amonestado por sus infracciones sino por haber insultado al arbitro.
Aclaremos, antes de que sea demasiado tarde, que este blog ha sido uno de los pioneros en bancar a Giovanni Moreno, incluso desde antes de que debutara en Racing (ver aca, esta entrada de Julio del 2010).
Pero atribuir la lesion de Moreno a la actitud y al comportamiento de Barrientos es un disparate. Y usar la calificacion de "Mala Leche" para Barrientos es por lo menos impropio. Tal vez tuviera lugar cuando le abrio la cara a Tito Ramirez de un codazo (aunque en respuesta a una patada del delantero). Pero lo del domingo pasado no fue mala leche. Fueron faltas, varias faltas, comunes. No fueron demasiado bruscas. No revelaron mala intencion.
Es cierto tambien que lo hablo todo el partido para sacarlo del juego. Pero si le festejamos la lengua al mellizo Barros Schelotto no queda claro porque hay que censurarsela a Barrientos. Esto es tambien parte del juego. Y es parte del trabajo del arbitro evitar que suceda y, cuando sucede, castigar al agresor.
Nada nuevo. Esta escrito en el reglamento. Si no te pasa la de Elissondo, teniendo que expulsar a Zidane por no haber castigado a tiempo a Materazzi. A Roman lo expulsaron una vez en condiciones parecidas, aquella cuando Fabian Santa Cruz, volante de Banfield, jugaba con los dedos en lugar de jugar con los pies.
En resumen:
1. se equivocan Farinella y Ole calificando de "mala leche" conductas que aunque estan al filo del reglamento, no amenazan la integridad fisica del adversario.
2. se equivocan los que culpan a Barrientos de la lesion de Gio: la hipotesis de que el colombiano perdio la cabeza por tanta hostilidad y se lesiono solo al disputar una pelota que normalmente no disputa es un tema para los psicologos, pero insostenible desde el analisis del reglamento (entendido en sentido amplio, es decir, no solo la letra).
3. se equivoca Lunati cuando dice que los excesos verbales no deben sancionarse (en verdad, Lunati no sanciono los excesos de Barrientos hacia Moreno pero si lo sanciono a Barrientos por putearlo a el - a Lunati).
4. se equivocan los que amenazan de muerte a Barrientos y/o a los hijos de Barrientos.

No seamos imbeciles. La perdida de Gio, digamoslo de nuevo, nos entristece a todos. Porque es uno de los que juega Futbol De Buen Pie. Y su ausencia es irreparable. Y, por otra parte, los codazos y las faltas de Barrientos nos enfurecen a todos. Pero esto es deporte de contacto y la administracion de la justicia le corresponde al arbitro y al tribunal de disciplina.
Ahora, habria que decirle a los muchachos de Racing que deberian imponer un poco mas de respeto. Cuando Latorre, que es ahora el mejor periodista argentino, la descocia en Boca a comienzos de los 90 y los rivales lo iban a buscar, el que lo protegia era Giunta, ademas de los arbitros. Y para poner un ejemplo actual, es Puyol el primero en proteger a Messi. El futbol, por suerte, no ha perdido aun esta cosa de potrero, de codigos, de hombres (de bien). Y a veces un firme "no le pegues al pibe" influye mas que una tarjeta amarilla.


PD: cuidado con Lanus...