miércoles, 29 de mayo de 2013

Ceca


Sabemos lo que viene a continuación. La carnicería de los que esperaban agazapados un transpié para caerle con todo a Bianchi y a Riquelme. Y, de paso, seguir alabando al "mejor ñuls de la historia", como escribió Perfumo.
Vamos a los hechos: luego de una primera ronda tambaleante, perdiendo dos de tres partidos de local en la Bombonera, Boca pasó a octavos porque el árbitro no le cobró al Barcelona de Ecuador un penal claro de Caruzzo desde atrás en la última jugada del partido en la Bombonera. Desde entonces, y contra todos los pronósticos, Boca no volvió a perder. Fue muy superior al último campeón de la Libertadores y del Mundial de Clubes, Corinthians, en la ida y le ganó 1-0. Fue superior en el primer tiempo de la vuelta, y terminó empatando el partido de visitante 1-1. Luego, en el partido de cuartos, enfrentó al "mejor ñuls de la historia" y mereció ganarle el partido de la ida y el de la vuelta. Le creó, en la Bombonera, no menos de seis situaciones claras de gol (los resúmenes de la tele contaban diez), mientras que Newells pateó su primer tiro al arco a los 25 minutos del segundo tiempo y tuvo apenas dos llegadas mas o menos claras en todo el partido. En la vuelta, Boca creó las cinco situaciones de gol más claras del partido, a pesar de haberle regalado la posesión a Newells. Tres tiros de más de cuarenta metros (dos de Vergini, uno de Mateo) fue todo el peligro que los de Martino le pudieron generar a Boca.
Lo que hizo la diferencia, en el trámite de los partidos, fueron las expulsiones. La de Burdisso en la ida, porque lo dejó afuera de la vuelta. La de Clemente, porque Boca pasó de casi anotar el primer gol (que obligaba a este pobre Newells a hacer dos) a quedarse con diez y transformar el 4-4-1-1 en un 4-4-1, con Nahuel Zárate en lugar de Blandi. Ese cabezazo en el palo de Blandi, su anterior cabezazo que salvó en la línea Casco, y la posterior expulsión de Clemente (injusta porque no hubo falta en la jugada de amonestación, pero justa porque casi le pega un cabezazo al mediocre árbitro Delfino) son las jugadas que definieron el partido.
Los hinchas de Boca que estaban cerca maldicieron el cambio de Blandi y reclamaron presionar más arriba, como en la Bombonera. Otros preferimos darle la derecha a la experiencia de Bianchi. En cualquier caso, el partido parecía estar casi solamente para aguantar.
Newells, en su timidez del partido de ida, apenas si se acercó a las inmediaciones del área de Orión. Y Boca, justificado por el hombre de menos, cerró el partido a los 25 minutos del segundo tiempo y se entregó a los penales. Tal como lo habíamos anticipado la semana pasada, luego del partido de ida (ver Camino a los Penales).
Y cuando se entrega a los penales, uno se entrega a la suerte. Es cara o ceca. Confieso que en todo momento pensé que ganaba Boca. Lo pensé en la ida, a pesar de la expulsión de Burdisso. Lo pensé en la vuelta, aún después de la expulsión de Clemente. Me emocioné mirando la arenga de Bianchi antes de patear los penales, emulando las noches de gloria del Toto Lorenzo o del propio Virrey, mientras del otro lado el Tata Martino ponía cara de "bien muchachos, no importa, todavía nos queda el campeonato". Hasta los más acérrimos antibosteros imaginaban un triunfo de Boca. Porque este Newells, como los equipos de Bielsa, como los equipos de Martino, solo pueden ganar campeonatos por varios puntos. No tienen presencia de ánimo para jugar finales. Si ellos te ganan una final es porque la perdiste vos. Y esta noche, hasta en la serie de penales, fue también así. Román, Caruzzo, Nahuel Zárate, y el Burrito Martínez desperdiciaron las oportunidades creadas por las debilidades de carácter de los jugadores de Newells. Y Orión se comió el penal que Tonso le entregaba en las manos.
Todo esto es historia. Pasó Newells. Lo demás es verso. Verso la comparación con el Barsa de Pep, porque salen jugando de abajo... para que Heinze la revolee igual que el Chiqui Pérez.
De todas formas, en el terreno de la autocrítica, este semestre deja a Boca con las manos vacías y sin proyecto futbolístico. A Román y a Bianchi en deuda, mientras del otro lado del televisor Falcioni se atraganta de risa y Angelici se reclina en el sillón pensando en el bingo, porque tiene las espaldas cubiertas por los próceres. Es cierto que Boca fue superior a Corinthians y a Newells. Tan cierto como que Boca no puede jugar siempre así, con un solo delantero o con ninguno. Porque si crucificamos a Falcioni por sus tics de técnico de equipo chico, hoy hay que admitir que Boca pudo haber hecho algo más para anotar un gol.
Es demasiado pronto para balances, pero una vez más se confirma que la vuelta de las glorias a Boca tiene de malo lo que tiene de bueno. Asegura agallas, experiencia, y aplomo, pero pone el listón en lo más alto. Hoy, si perdía Newells, que mereció perder la ida y la vuelta, no pasaba nada. Pero si pierde Boca es fracaso y tragedia. Mientras se mire la tabla de los promedios con la atención que se merece, lo demás importa poco. Ya no habrá Libertadores el año que viene.

martes, 28 de mayo de 2013

El Boca "B": No le gana ni a Lanata

Como estarán las cosas en este país que un señor gordo y deformado, vestido con buzo de selección y pantalones cortos, le ganó la noche del domingo al partido de la fecha, entre el puntero del campeonato - dice el mariscal Perfumo que es 'El mejor ñuls de la historia" - y el club más grande y popular de la Argentina. Como estarán que cambian el horario de los partidos del domingo para ganarle en el rating - como afirmó con sinceridad Mariotto - y acallar las denuncias de corrupción. Lo único que lograron es que todo el país hable de Lanata y sus investigaciones, que a esta altura son apenas un refrito de un conjunto de testimonios y denuncias referidos a robos y actos de corrupción que ya conocíamos y que nadie investiga porque todavía están en el poder los criminales (aunque hay que valorar que algunos testigos se animen a decir eso en cámara y frente a millones de personas, a pesar del riesgo de las represalias... no se olviden de Cabezas). Ni siquiera un 4-0 pudo hacer la diferencia. Se imaginan si hubiéramos tenido el típico empate en cero en el que se prestan la pelota a esperar que pase el reloj?
Boca, este Boca muleto, no le puede ganar ni a Victor Hugo Morales. Porque no se toma en serio estos partidos que no valen nada. Porque jugar el torneo, en este contexto, es un castigo para el jugador elegido.  Porque no tiene identidad ni objetivos. Así comenzó River su inexorable camino a la B. Habría que tomar nota de cara a lo que viene.
Newells, creo, es bastante menos de lo que lo pintan. Pero goles son amores, y Boca empezó el partido con un penal y gol en contra. La expulsión de Magallán terminó de encaminar el triunfo de los de Martino. No hubo lujos ni floreo, pero la distancia podría haber sido incluso mayor de cuatro. Por eso entró Ribair por un delantero, para reforzar el mediocampo y parar la hemorragia.
Mientras tanto, los hinchas de Newells se empacharon de goles. El Tata Martino salió a declarar, ahí mismo, en el Parque Independencia, que el partido del miércoles es una cosa completamente distinta de la goleada. Que los cuatro goles no condicionan la manera de encarar el partido ni de Newells ni de Boca. Pero las figuras de ambos equipos, Scocco y Riquelme, desmintieron al Tata. Scocco dijo que el 0-0 de la ida fue una casualidad, que se explica por el mal partido de Newells (y un buen partido de Boca). Riquelme, por su parte, metió otro pase de magia para transferirle toda la presión a la Lepra: después de la goleada del domingo, "el favorito es Newells", dijo Román.
Los jugadores inteligentes ven cosas que los periodistas desconocen. Sólo ellos escuchan hablar a los rivales, los sienten trabar y pelear las pelotas divididas. Sólo ellos pueden semblantear si el rival va a aflojar o va a sacar fuerzas de donde no hay para llevarse lo que quiere. Vimos algo de eso en los dos duelos frente al Corinthians y luego en la ida frente a Newells. Boca no tiene fútbol para dominar a ningún rival de fuste. Suple esas falencias con orden, disciplina, presencia de ánimo, y el talento de Riquelme. Ningún hincha de Boca se va a poner colorado si Bianchi vuelve a sacar al Burrito Martínez para reforzar el mediocampo con Sanchez Miño. Es lógico. Y no tiene que ver con el sistema sino con los momentos individuales de los jugadores. No se trata de preferir un 4-4-1-1. Bianchi no hubiera sentado en el banco a un Mellizo Guillermo o a un Chelo Delgado para agregar un volante en un partido definitorio. Pero el problema del Burrito Martínez es que, en las difíciles, el Burrito no le devuelve la mirada. Usted se acuerda...

viernes, 24 de mayo de 2013

Camino a los penales

Newells (o era la selección de Paraguay?), consiguió el empate que vino a buscar a la Bombonera. Boca se lo llevó por delante en el primer tiempo y lo dominó por momentos en el segundo. Le creó seis situaciones claras de gol. Las únicas dos de Newells fueron en la última media hora de partido, cuando las reservas de piernas comenzaron a flaquear en Boca.
O sea, Boca mereció tal vez llevarse una ventaja, si alguien debía ganar este partido. Los argumentos de Boca fueron tan pobres como siempre. Los centrales la revolearon, los laterales pasaron poco, y por separado. Pero, con mucha actitud, los de Bianchi se impusieron a las figuras de Martino, ganando todas las divididas y empujando con más animo que fundamentos.
Tal como anticipó Riquelme en la previa, Newells es un equipo que acumula muchos defensores y que le sienta bien el juego de contragolpe. Martino se llena la boca hablando de posesión y manejo de pelota. Y a los periodistas amigos les hace decir que juega con un clásico 4-3-3. Pero los que estuvimos en la cancha vimos otra cosa: 4-5-1. Así y todo Scocco es temible. Pero Newells vino a hacer el negocio de llevarse el puntito a Rosario y definir la serie allá. Comenzaron a hacer tiempo a los 30 minutos del primer tiempo. Y cuando avisó sobre el cierre del partido que iba a hacer entrar un delantero (Urruti), todos sabíamos que el que salía era Scocco y que lo que buscaba Martino era hacer correr el segundero.
Boca volvió a jugar como el equipo copero que es, más allá de las diferencias en la tabla de posiciones en el torneo local, y sin perjuicio de las serias limitaciones futbolísticas de las que adolece en este semestre. Somoza, Erbes, y Erviti redondearon un muy buen partido. A pesar de algunos sofocones, Marín y Clemente se afirman en las bandas. Y Caruzzo y Burdisso cumplieron en la zaga. Blandi genera peligro. Riquelme tuvo un partido discreto. El Burrito Martínez otro partido para el olvido.
Ahora, y retomando algo que dijimos luego de la victoria frente al Corinthians en la ida, lo fundamental era irse con el arco invicto. Un 0-0 es naturalmente no tan bueno como una victoria. Pero es el mejor resultado posible entre los malos resultados. Porque, reafirmando el diagnóstico del mellizo Guillermo respecto del partido de vuelta en Brasil, un gol en Rosario obliga a Newells a hacer dos.
En síntesis, el 0-0 es buen resultado para Newells, que vino a buscarlo y mereció perderlo. Y es buen resultado para Boca, que no mereció ganarlo y que queda en buena posición de cara a la revancha. Excepto por un detalle: Viglione, de buen arbitraje, le dió a Newells un regalo de lujo en su salida de la Bombonera. Expulsó a Burdisso por una... falta en ataque!!! Un agarrón en el área, en la última jugada del partido, que era un córner que pateaba Riquelme. El defensor de Boca se mueve, el de Newells lo amarra, el juez saca dos amarillas, se olvida (????) que esa amarilla equivale a la expulsión de Burdisso, y lo deja afuera del partido de vuelta. Alguien podría responder que el que se queda afuera es Guillermo, no Nico Burdisso. Que es prescindible. Pero se olvidan que su reemplazante natural es Chiqui Pérez, el asesino serial con records de tarjetas amarillas y penales en contra.
De modo que el título, "Camino a los penales", tiene un doble sentido. El primario es que tanto Boca como Newells se enamoraron del 0-0 y si esto sigue así la serie terminará en tiros penales. El sentido accesorio es que, aún sin saber quien dirige el partido de vuelta en Rosario el próximo miércoles, probablemente Newells tenga al menos un penal a favor. Hay que hacer un gol temprano y cruzar los dedos.

martes, 21 de mayo de 2013

El fútbol, un "buen producto"


Para ser claro: si cambian el horario del partido del domingo a las 21:30, sin dudas miraremos el partido de Boca vs. Newells. Pero cuando llamen para preguntar qué canal estamos mirando, diremos que estamos mirando a Lanata en el 13. Con eso dicho, avancemos.
La fijación de la fecha y horarios de los partidos es una potestad legal de la AFA. No es, no debería ser, una cuestión comercial ni política. Los intereses que cuentan son los de los equipos que se enfrentan y los de sus hinchas. Uno puede aceptar, excepcionalmente, partidos a puertas cerradas, partidos a las 10 de la mañana, partidos de noche, partidos simultáneos, por razones que tienen que ver con lo deportivo (títulos y descensos), con la seguridad (hora de salida, congestionamiento, riesgos de enfrentamiento). Pero sólo esas razones deberían invocarse cuando se trata de cambiar horarios y días de partidos.
El gobierno, en cambio, anuncia el cambio de horario por "razones de rating". Mariotto las blanquea: "no se trata de cuestiones políticas" (ver acá): "La decisión de cambiar de horario de los partidos es por rating y para competir contra un buen programa como el de Lanata... El programa de Lanata volvió a poner un alto rating los domingos a la noche. Y si tenemos un buen producto, ¿por qué no salir a competir?". También dice acá,  que dados los millones que aporta Fútbol Para Todos, River y Boca deberán aceptar el horario que le imponga Mariotto.
Se agradece la franqueza de Mariotto. El fútbol, dice Mariotto, es "un buen producto". Contrasta con la hipocresía del impresentable Cherquis Bialo, desde hace varios años vocero de la AFA, lo que es decir portavoz de Grondona. El clip que encabeza este post contiene las declaraciones de Cherquis, editorializando acerca de las bondades y las calidades periodísticas del programa de Lanata. Que si denuncia, que si no denuncia. Que si lleva pruebas a la justicia, que si no las lleva. Que si marca la agenda, que si es el centro del mundo.
Primero: de lo que tiene que hablar Cherquis es de los horarios de los partidos, para lo demás preferimos pedir opinión a personas menos analfabetas que Cherquis. Segundo: Las denuncias de Lanata también salpican a la AFA (en una dirección parecida a lo que la salpicó la investigación de la AFIP), pero de eso Cherquis no dice nada.
Finalmente, hablemos de la cuestión del medio de comunicación que usa Cherquis para desmentir a Lanata y justificar el cambio de horario. Cherquis, es decir Grondona, sale a fijar la posición del gobierno, que es también la de la AFA de Grondona, en el programa de Victor Hugo Morales, el relator del relato oficial.
Y hay aquí otra ironía del destino que no hay que pasar por alto. La biografía de VHM (“Víctor Hugo. Una historia de coherencia y convicción”) auspiciada por el propio VHM la escribe un ignoto productor que trabaja para el uruguayo, un tal Julián Capasso, un pibe de 25 años. Los que seguimos a VHM desde hace más de tres décadas, los que lo escuchábamos cuando Julián todavía no era un embrión, recordamos al uruguayo despotricar contra TyC por usar de forro al fútbol, por subordinar el deporte a la tanda y a los intereses comerciales. Buena parte de la credibilidad que alguna vez tuvo VHM fue construida por esas denuncias, que él hacía casi en soledad. Porque el planteo de VHM era correcto: era cruel hacer jugar el mundial de México al mediodía con 37 grados de temperatura. Y cruel hacer jugar de noche partidos que se podían jugar de día para calentar la pantalla de los viernes a la noche (como allá por el 91 cuando comenzaron los partidos de los viernes con aquel famoso partido en el Monumental en el que el Pelado Díaz volvió a River, cuyo DT era Passarella, debutando frente a Rosario Central). Tenía razón VHM cuando censuraba el uso, la manipulación del fútbol, por un puñado de billetes. Tenía razón VHM cuando denunciaba a Grondona.
Pero los tiempos cambian. VHM ya no denuncia el uso del fútbol sino que lo consiente (entre otras cosas porque así puede explicar el magro rating de su pobre programa periodístico de los domingos a la noche). Ya no se queja de los horarios sino que los celebra (porque se trata de ganarle a Lanata). Ya no denuncia a Grondona, sino que le da voz y le da la razón. ¿Se puede explicar esto solamente a partir de las "convicciones"?
Hoy la AFA decide si cambia el horario o lo deja como hasta ahora. Boca y River, los directamente involucrados, están en contra. La responsabilidad última, la única, es la de los dirigentes del fútbol. Hay que hacerse cargo. Si decíamos de la AFA que era un títere de TyC cuando TyC le armaba la grilla de partidos, no hay razones para decir algo diferente ahora que la arma el gobierno.
Boca se juega el año en estos tres cruces con Newells y esto es lo único que a mí me importa. Si estos cambios tuvieran secuelas deportivas le vamos a pasar la factura a la presidenta. Porque el fútbol le gana a Lanata (y a Tinelli, y a Susana). Pero Boca le gana a Cristina y al Frente para la Victoria.
Si quieren disipar las denuncias e investigaciones de corrupción lo que tienen que hacer es echar a los chorros. O conseguir chorros más leales que no le den carne a Lanata. O chorros más inteligentes que no dejen rastros para que los persigan los fiscales. Lo que tienen que hacer es desmentir las denuncias. Lo que tienen que hacer es presentar pruebas que ridiculicen las denuncias. Pero no jodan con Boca.

lunes, 20 de mayo de 2013

Magnates, máquinas lavadoras, y resultados puestos

Lo que hizo Segura la semana pasada fue blanquear un rumor que desamina. Ese que dice que el campeonato y los descensos están arreglados. Que los arreglos se hacen un buen tiempo antes de empezar a jugar los campeonatos. Que este lo gana River (y sube Central). Que se salva Independiente. Que así como Banfield se fue a la B tres años después de conseguir el título, le toca ahora a Argentinos el descenso, tres años después de su último título. Que a Velez le toca el título del año que viene y que en este tenía que ser cola. Estas cosas nos dan asco, especialmente cuando uno de los protagonistas - Segura en este caso - sale a desmentirlas, que es una manera de confirmarlas para los que sabemos que clase de sujetos llega a ser dirigente de nota en este fútbol profesional. A uno le dan ganas de no ver más fútbol. Total, no se juega a nada y encima el resultado, que es lo único que motiva a ver un partido en vivo, ya ha sido fijado hace meses.
Pero más nos revuelve el estómago confirmar viejas sospechas vinculadas a las compras de jugadores por empresarios particulares, en violación de las normas vigentes. Y no ya sólo que compran jugadores, sino que además usan dinero negro. Han transformado el fútbol en otra máquina lavadora de plata. Como los rusos y demás magnates asiáticos que se compran clubes para darse los gustos, jugar un ratito con sus ídolos, y de paso meter en el circuito legal los mangos sucios de la corrupción.
Hace casi tres años, ya afuera del mundial 2010, palpitábamos el comienzo del campeonato argentino y descubríamos a Gio Moreno, anticipando la llegada de un crack (ver acá). Le deseábamos suerte al colombiano. Lo comparábamos con Román. Pero nos preguntábamos:
"A proposito, de donde saca la guita Racing para comprar tan bien? Bieler, Hauche, Ayala - no tan bien en rendimiento, Litch, ahora Toranzo, Pillud y Moreno, por el que Racing paga 2 millones por el 35% del pase. En total llevan gastados mas de 20 palos verdes... no era que estaban de nuevo al borde de la quiebra?"
Esta noche, tres años después, conocemos la respuesta. El circuito de dinero sucio que se lava en el fútbol sale de Olivos, pasa por Lázaro Báez, que le tira un centro a Miguel Pires, que luego hace los goles comprando a nombre propio o de otros testaferros. De Pires también habíamos hablado antes, en ocasión de la salida de Sabella de Estudiantes. Pires era el que acostó a Hidalgo (quien, a su vez, había acostado a Mascardi) y se había quedado con la representación de Verón. Se decía entonces que Verón estaba usando dineros propios para comprar los buenos jugadores que salían de Estudiantes y otros buenos que venían de afuera. Se sabe ahora que el que compraba era Pires con guita que le habilitaban Lázaro Báez y Nestor Kirchner. Por Pires no pudo llegar el Tecla Farías a Estudiantes (y el Tecla lo dijo al aire). Por Pires llegó Mercado a Estudiantes, aunque Sabella había pedido un lateral, Litch. A Pires le dieron el negocio por Enzo Perez, que el representante de Verón embolsilló completito para él (seguro habrá repartido, aunque a Estudiantes sólo le dejó de "seña" a Mariano González). Nada de lo que decimos es estrictamente nuevo. El primero en tirar del piolín fue la revista Un Caño (ver acá la nota sobre Pires). Pero cuando se juntan las pistas y se presentan de manera convincente, las dudas de entonces se transforman en la indignación de ahora. Por las bolsas de consorcios llenas de dólares. De los giles que vamos a la cancha a pedir amor por la camiseta, y que vamos convencidos de que la suerte, el destino, o la inspiración del talentoso pueden definir un resultado. Un resultado que definen esos que nunca jugaron este deporte. Pero que se llenan los bolsillos con él. En esta cloaca han transformado al fútbol argentino estos hijos de puta.

domingo, 19 de mayo de 2013

Videla, Mourinho, y el Boca del fondo: se van

Ha sido una semana cargada de hechos futbolísticos y de los otros. La muerte de Videla también tiene que ver con el fútbol, porque la foto del Mundial 78, la que lo une a Passarella, la de la primera copa del mundo para la Selección Argentina, ya esta allí y estará para siempre. Ya nadie reivindica al dictador. Y muchos de los protagonistas de aquel título del 78 parecen sentirse con la cola sucia. Yo era demasiado niño para tener otro recuerdo que la multitudinaria marcha de bocinas y festejos en el centro del pueblo, enfrente del bar Ideal. Y aunque uno no haya tenido nada que ver con el dictador, aunque lo haya odiado e insultado, es innegable que hay un pedazo de uno, un retazo de nuestra historia, que se va con Videla. Porque Videla era argentino y no salió debajo de un repollo. Videla era futbolero y socio vitalicio de River, además de genocida, asesino, e hipócrita. No se festejan las muertes. Pero tal vez haya que festejar que uno de nuestras vísceras más oscuras se va por el inodoro. Así parecen haberlo entendido la mayoría, aunque no faltan miserables que siguen jugando un partido que se terminó hace décadas, y que prefieren acordarse de módicas palabras elogiosas de Van der Kooy luego de una entrevista con Videla, que de acordarse de las loas y del fomento de la represión ilegal que promovía el canciller Timerman desde el diario La Tarde (ver acá).
En España, mientras tanto, Mourinho cierra esta semana una temporada sin títulos. Con el Barcelona sin Pep y con Tito afectado por el cáncer, el Real Madrid juntaba todos los boletos para una temporada de gloria. Pero los partidos importantes se le fueron escapando por el camino. Y entre la derrota ante el Dortmund por la Champions, el título de liga del Barsa, y la derrota ante al Atlético de Madrid por la final de la Copa del Rey, se ha quedado con las manos vacías, y con el gran Iker Casillas en el banco de suplentes. El propio Pellegrini, a quien Mourinho supo ningunear por magras campañas, supo ser más exitoso que el Real Madrid en este ocaso. Encima, Mourinho no deja nada como herencia, porque todo lo tiene para ofrecer, cuando lo tiene, son resultados. Pero si los resultados se le niegan, a los propios le queda el sabor de haber perdido con él en el banco. Con Mourinho perdió el Madrid el señorío que lo hizo el mejor club del mundo. Lo rebajó al infierno de la bravuconada barata y la vulgaridad del mal perdedor. Florentino lo eligió como lo eligieron a él: por ser el más rico y el mejor pago. Ese trío, Florentino, Mou y CR7 se van con el rabo entre las pienas masticando la derrota más humillante, frente al rival del pueblo, que no junta ni con su plantel completo un valor semejante al 10% de lo que gasta el Madrid en papel higiénico. Sin embargo, por razones difíciles de descifrar, salvo la prensa catalana, casi nadie castiga al trío como se merece. Estarán comprados. Ni Pepe, su carnicero, ha sido tan domesticable. Y termina en el banco de suplentes por haber apoyado a Iker, porque es rústico para el fútbol pero astuto para adelantar lo que viene, que es la reivindicación de Casillas en el Madrid, venga quien venga. Habrá que ver si los foristas que lo alababan en las victorias (por ejemplo, Matías de http://fobal2000.blogspot.com.ar/) vendrán ahora a despedir sus restos o si se quedará solo como Videla. Volverá al Chelsea, a su gran amor, con el caballo cansado y su prestigio inmaculado... de traductor.
Para el final queda el Boca que aparece cuando el agua ha superado la línea del cuello. El de anoche no fue el equipo titular y pareció temerario arriesgar a Orión, Clemente, Erbes y Martínez en un partido intrascendente. Pero, como dice el sabio de Liniers, una victoria atrae la siguiente y anoche hasta el Chiqui Perez jugó más o menos bien y con más confianza. De los pies de Sanchez Miño, Paul Fernandez y los tres delanteros salió buen fútbol, toque, y presión arriba. Por las dudas que no lo haya notado, Boca jugó con dos wines (Acosta y Martínez), un 9 de punta, y dos delanteros que van más de lo que vuelven (Sanchez Miño y Fernandez). La vuelta al gol del Burrito Martínez es otro hito auspicioso. Porque como las victorias, los goles también traen goles. Boca dominó el partido de punta a punta frente a un rival apático y con poco poder de fuego. Pudo sufrir el empate sobre el final, sin embargo. Porque Colón tiró el último resto en cuatro pelotas paradas que pusieron a prueba la firmeza de las manos de Orión y las cabezas de los centrales. Pero se impuso. No recibió el gol. Anotelo para lo que viene. Para evaluar la evolución de este Boca. Y también las respuestas de sus rivales. Bianchi y Riquelme, curtidos en esto de las declaraciones previas a los partidos decisivos, insistieron en el favoritismo de Newells, puntero del campeonato, frente al que va decimonoveno en la tabla. Scocco y Maxi Rodríguez no se hicieron cargo. Ellos, sólo ellos, los rosarinos, dan como favorito al Boca de Bianchi.

jueves, 16 de mayo de 2013

Cerrando bocas en una pierna


Que hablen ahora. Que nos expliquen que es quilombero, camarillero, mala leche, pecho frío. Que no puede jugar más. Que es muy lento. Que no hizo la pretemporada. Que no corre a nadie. que voltea técnicos y directivos. Que está viejo. Que el Pochi Chavez es mejor.
Boca sacó pecho en Brasil y dejó afuera al todavía campeón de la Copa Libertadores y último campeón del mundo, al Corinthians de Pato, de Emerson, de Guerrero, de Romarinho. Definiendo la serie de visitante. Hizo un gol. Obligó a hacer tres. Se comió uno. Pudo haber sido goleado. Debió haber tenido un penal en contra y otro gol por offside mal cobrado.
Pero en el balance fue superior en la Bombonera y no fue tanto menos en el Pacaembú. Al menos hasta que se fue Román. Porque Boca pateó tres veces al arco. Corrijo: Riquelme pateó dos veces al arco y sirvió el otro tiro, el de Blandi. Y eso fue todo. El primero es el golazo del video de arriba. El segundo lo sacó el arquero, pero el rebote le cayó a Blandi, que increíblemente la tiró por arriba. Y la tercer llegada fue también por pase en cortada de Román para Blandi.
En términos individuales, un buen partido de Somoza, Erviti y Blandi. Los defensores jugaron bien, aunque siempre es más fácil cuando se juega replegado sobre el arco propio. Orión tuvo una noche para el olvido. Sanchez Miño un partido flojo.
Y Román, en una pierna, fue nuevamente la figura y el goleador del partido. El único héroe en este lío. Para desempolvar el Topo Gigio. Para cerrarle la boca a los bocones. Para darle la razón a Pucho Pagani, que imaginó un partido con todos colgados del travesaño apostando a una pelota parada de Riquelme. Eso fue.
Se viene Newells. El mejor equipo del fútbol argentino, dicen. Puntero del torneo local y a paso firme en la Libertadores. Martino, el alumno dilecto de Bielsa (qué pena que haya que decir eso del Tata, que era un JUGADORAZO!!), dijo que prefería a Boca que al Timao. Será porque lo considera el más débil. Vamos sin pronóstico, pero con una intuición, porque se trata de jugar finales. Usted sabe.

martes, 14 de mayo de 2013

El río suena...

Apenas hay que saber sumar y restar para comprender que el operativo para mantener a Independiente en la A, ahora que ya no hay promociones, está marcha y con viento a favor. No se cuidan ni de pilotearla un poquito Grondona y sus secuaces.
La posibilidad de que Argentinos hiciera las veces de Banfield el año pasado sacándole las castañas del fuego a San Lorenzo estaba ahí. Pero la seguidilla de resultados negativos, arbitrajes dudosos, y decisiones equivocadas desde el banco de suplentes desataron los rumores. No eran rumores de periodistas o traficantes de secretos. Son los que apenas saben sumar y restar los que suman y restan y sacan conclusiones. Brindisi dice que no, pero al final dice que sí, convencido por Grondona, presidente de la AFA, y de Marconi, jefe de uno de los sindicatos de árbitros. Dicen ellos que tienen derecho a intervenir, por ser hinchas del rojo. Dice Marconi que el SADRA no va a beneficiar a Independiente, que no lo va a dirigir. Claro que va a dirigir a sus rivales directos...
El domingo pasado, Delfino bombeó a Lanús con la expulsión de Pizarro en el primer tiempo, que fue decisiva para la suerte de Lanús. Este fin de semana le va a meter la mano en el bolsillo a Quilmes, que recibe a Newells. Y para definir ese duelo crítico entre Independiente y San Martín de San Juan, designan a Pezzotta, que el sábado cobró un penal imaginario a favor de San Lorenzo.
El que sin querer saca los pies del plato es Luis Segura, pésimo jugador de poker, quien sin un resto de pudor legitimó los rumores, asegurando que no vendió el descenso de su club a la B a cambio de un chori y un vaso de tinto.
Pero amigo, no se queje. Los dirigentes de fútbol son tan transparentes como sus primos hermanos, los dirigentes políticos. Si dicen que hay sequía, hay que aprovisionarse de paraguas. Si dicen que devolverán dólares hay que agarrarse fuerte porque se viene el vendaval.
Será nomás como decía la semana pasada el Beto Alonso, hablando de las responsabilidades dirigenciales en el descenso de River. Le preguntaban al Beto - que, como los borrachos y los chicos siempre dice la verdad - si la mayor responsabilidad era de Aguilar o de Passarella. Alonso decía que la mayor responsabilidad es la de Passarella... por haberse peleado con Grondona.   

domingo, 12 de mayo de 2013

Records

El contraste lastima. El Barcelona acaba de festejar su título de liga española, cuando aún le restan jugar cuatro partidos. Mientras tanto, Boca vuelve a perder, esta vez con pibes, frente a San Lorenzo y por goleada (0-3), para extender a 12 la cantidad de partidos sin triunfos. Hablemos un poco de esto.
Primero el Barça. Como siempre. El F.C. Barcelona es el equipo que más Ligas españolas ha conquistado en el siglo XXI. Lleva seis, para acumular 22 en toda su historia. Ha ganado cuatro de las últimas cinco. El nuevo siglo es del Barça, postergando al Real Madrid. Messi se confirma como goleador del torneo con la friolera de 46 goles, que buscará extender en los cuatro partidos que le quedan, empezando esta tarde en el Vicente Calderón frente al Atlético de Madrid. Podrán decir que la liga española es un juego de niños, que no sirve de premio consuelo ante el 0-7 frente al Bayen Munich, que el ciclo del Barça se ha terminado. Podrán decirlo porque hablar es gratis, pero la liga española sigue siendo la más prestigiosa del mundo. Las asimetrías entre grandes y chicos se registran en todas las ligas del mundo. En el único lugar donde se van a la B clubes como River Plate es en Argentina. Y desde luego que la eliminación de la Champions con Messi en el banco es una espina que le costará sacarse de encima a los culés.
Pero el nuevo título del Barça y tal vez el nuevo record goleador de Messi (lleva 46 goles, en la Liga anterior hizo 50), no hacen más que ratificar que siguen vivos y que son el mejor equipo del mundo. Ya sin Guardiola, jugando buena parte del torneo con el suplente del suplente del técnico, porque Tito Vilanova se enfermó de cáncer y tuvo que viajar a USA a operarse. O sea, un equipo que se dirige solo y al que le reprochan haber perdido los últimos derbies contra el equipo del técnico mejor pago del mundo. Que ahora va por el récord de los 100 puntos. Seguramente necesita reforzarse, dentro y fuera de la cancha (la novela por Neymar es para otro post), pero dejemos esas decisiones en manos de los que tienen la autoridad para tomarlas.
Por el lado de Boca, aunque sea con pibes y aunque todos los cañones estén razonablemente puestos en la Libertadores, esta derrota alarga una sequía que ya está en los libros, en la historia más negativa del club. Es una paradoja que lo sea con Bianchi en el banco. Y es casi un hecho que Boca terminará sin el pan y sin la torta (la Copa Argentina es un invento de mentirosos que no puede satisfacer objetivos deportivos. Boca igualó la peor racha de la historia con la derrota ante Estudiantes hace dos semanas. Y el empate ante River y la derrota de ayer extienden a doce los partidos sin victorias. Empata ahora a River en el Clausura 2008, cuando terminó último y comenzó su triste camino a la B. Por eso, no cuenta sólo la pobreza de los números sino el riesgo de perder la categoría. Boca consiguió sólo un triunfo en el torneo, el forzado 3-2 contra Quilmes, luego de ir perdiendo 2-0. En estos tres meses sin victorias, sufrió además derrotas desdorosas frente a Unión de local (el Tatengue llegaba con 26 partidos sin triunfos) y San Martín de San Juan de visitante (los sanjuaninos llevaban 16 partidos sin ganar). El equipo de Bianchi tiene 10 de 39 puntos (25%) y está 18° en la tabla, sólo arriba de Estudiantes y Argentinos Juniors. Hizo apenas 9 goles, y es el más goleado del torneo con 21 goles en contra.
Este miércoles se juega la vida frente al último campeón de la Libertadores, con apenas un gol de ventaja y con Riquelme al 30%. Dios dirá si le alcanza para pasar de ronda, aunque llegar a cuartos de final tampoco será un consuelo si no se llega, al menos, a jugar la final.
Así de cruel es el destino para los que nos han acostumbrado a ganar. Le pedimos todo. Le damos nada. Y no le toleramos ni los empates.



domingo, 5 de mayo de 2013

La fiesta azul y oro


Gracias papá, por hacerme hincha de Boca, por haberme ayudado a entender que lo que importa no es el lugar en la tabla de posiciones (entonces era hincha de River, y el equipo que comandaba Labruna, con Fillol, Passarella, JJ, el Beto, el Negro Ortiz, Pedro Gonzalez, Mostaza, etc. se llevaba todos los campeonatos). Por hacerme comprender que, como a los padres, a Boca lo queremos cuando anda bien y lo queremos más cuando está enfermo o cuando nos necesita. Aunque ganes o pierdas. Aunque juegues horrible como esta tarde, o brillante, como en tantas tardes de gloria. Las mejores, las más puras alegrías de esta vida las debemos a Boca. Aprendimos a ser hombres con Boca y por Boca. Gracias.

"River, decime que se siente..."

PD: estuvo mal lo de esta tarde? que clausuren la Bombonera, total, quién nos quita lo bailado!!!

jueves, 2 de mayo de 2013

Coperos

Con más actitud que fútbol, Boca ha superado la primera prueba de fuego. Quedan River, San Lorenzo, y la revancha con Corinthians.
Cualquier hincha de Boca con dos dedos de frente hubiera firmado, a las 8 de la noche, un 0-0 de local (y hasta un 0-0 de visitante para tirar los dados en los penales). Con el equipo disminuido, sin Riquelme, batiendo récords de derrotas y partidos sin ganar, permitiéndole a los rivales quebrar sus propios records. Al fin y al cabo, nombre por nombre, este no era un equipo distinto del que perdió 1-6 en San Juan (ni tampoco del que goleó a Excursionistas).
Por eso, y por el trámite del partido, este 1-0 es un triunfazo. Sin embargo, si se tienen en cuenta las situaciones de gol, Boca debió terminar el primer tiempo dos goles arriba. Así hubiera sido en cualquiera de las etapas anteriores de Bianchi.
Lo bueno es que hubo juego asociado. Que no hubo grandes problemas defensivos. Es cierto que el Timao ayudó un poco con errores no forzados. Pero hubo buenos momentos de fútbol de Boca, con mucha energía, mucha actitud, yendo al frente, y con buen tratamiento de pelota. Erviti inspirado y Erbes valiente fueron los puntos altos de ese primer tiempo, los que mejor leyeron el partido que había que jugar. Somoza se multiplicó con criterio y despliegue. A Sanchez Miño le quedó un poquito grande la responsabilidad de ser conductor. Y al Burrito Martínez le quedó grande la azul y oro. Pero Boca hizo el mejor primer tiempo en meses.
El segundo no fue tan bueno, pero se anotó un gol y se pudieron anotar otros tres. Aparecieron las grietas defensivas. Y el cansancio. Y, cuando no, las lesiones y los expulsados. Clemente, Caruzzo, Blandi, Erviti, Erbes, y Martínez, al menos. Se terminó pidiendo la hora, mientras Corinthians mandaba a la cancha a Alexander Pato. Orión salvó un gol inexorable. El palo impidió otro. Y Paulinho mandó a la tribuna otra situación inmejorable para empatar. Hace un año, Romarinho anotó un gol que el Corinthians no merecía y que les hizo ganar su primera Libertadores. Era hora de ligar de un poco.
En cualquier caso, Boca ha dado la talla. Superó las expectativas de sus propios hinchas. Y ha jugado a la altura de sus participaciones anteriores en este torneo, ya ganado en seis oportunidades, como recordó Román ayer para los que daban por muerto a Boca. Por supuesto que puede morir en Brasil. Por supuesto que puede caer goleado. Y aún si superara al último campeón y pasara de ronda, el diagnóstico sería igual de pesimista respecto de lo que viene. Lo que importa es salvar el honor, no sólo en la Libertadores sino también en el torneo, mirando con un ojo el presente y con el otro el futuro. Ese es el desafío que se viene: armar un equipo de pibes con carácter acompañados por dos o tres líderes. Pero eso se verá recién a partir de Agosto.