sábado, 25 de agosto de 2012

La felicidad de Grondona (y de Etchegaray)

Con una cara de piedra que conmueve, Julio Grondona acaba de declarar que, respecto de los jugadores que no jugarán este fin de semana por la investigación de la AFIP:
La AFA está feliz que esto suceda y que se revise todo, éste es un entramado muy difícil. Estoy muy feliz porque solo no se puede hacer nada. Yo hablé con el titular de la AFIP y le brindé los nombres de las personas que se dedican a la compra y venta de jugadores.
Fernando Raffaini, ex-presidente de Vélez y abogado, es un tipo íntegro al que vale la pena escuchar. Para medirlo alcanzo con decir que, a diferencia de algunos (y de algunas), no se hizo reelegir cuando se le venció el mandato y se volvió a su casa y a ejercer su profesión. Ni Grondona, ni Cristina Fernandez de Kirchner, ni el Sr. Etchegaray (ahora preocupado por perseguir al cineasta Eliseo Subiela, al que acusa de "lustrabotas", proyectando sus rasgos de personalidad... ver acá). 
En fin, Raffaini explica acá, como y porqué Grondona miente. 

jueves, 23 de agosto de 2012

Disfrutarlo mientras dure

Aunque sigamos de duelo, es justo darle a Juan Sanchez Miño la caricia que se merece, por tanta jerarquía. Desde su primer día en la Primera de Boca hemos pedido por él. Imploramos borrar a Roncaglia primero y Sosa después para corrar a Clemente a la derecha y Sanchez Miño a la izquierda. Hoy es, por lejos y junto con Viatri, el mejor jugador de Boca. Esta delicia de anoche frente a Independiente es, apenas, una prueba más.



Ya hemos hablado de sus condiciones. Y de su jerarquía. Que no pasa solamente por sus formidables condiciones técnicas sino, sobre todo, por su carácter, por su temple, porque no le quema la pelota en los pies, porque muestra el aplomo de un experimentado. Y con la camiseta de Boca. Conociendo a Angelici y los suyos, probablemente le queda poco con la azul y oro. Será entonces el tiempo de verlo con la celeste y blanca. Que le siga haciendo caso a Román:

lunes, 13 de agosto de 2012

Todo tiene un final

Cada uno tiene su deporte favorito (luego del fútbol, claro). En nuestro caso, seguimos el basquet desde la época de digamos, los Cortijo, los Uranga, los Diego Maggi, los De La Fuente, los Espil. Disfrutamos de la generación dorada y nos levantamos esta mañana a esperar una nueva hazaña, frente a Rusia, por el bronce. Pero no pudo ser. Emanuel Ginóbili volvió a ser el estandarte del equipo. Se jugó todas las bolas decisivas del último cuarto, luego de tres cuartos de gran paridad. Con sólo 43 segundos para el final, Manu anotó para poner a Argentina 77-76. Rusia pidió minuto y volvió sin jugada de laboratorio: Shved se cuadró y clavó un triple limpito para el 79-77. Argentina tenía tiempo para resolver casi como quería, aunque los 36 segundos restantes le daban en teoría una posesión final a los rusos. Manu volvió a intentar. Por dos veces. Pero esta vez no tuvo el claro. La limpió para Scola, quien a su vez dejó solo en la esquina a Chapu Nocioni. Como en el Mundial del 2005 frente a España, el tiro desde la esquina de Chapu coqueteó pero se fue afuera. Argentina volvió a recobrar la pelota, pero esta vez la perdió Prigioni. Y así se esfumó la chance del bronce en menos de un minuto.
Así de triste. Así de triste como se terminan estos juegos olímpicos de Londres (para nosotros). Con nuevos records de Boldt y Michael Phelps. Con resultados previsibles para Argentina, excepto por el oro del correntino Sebastián Crismanich. La plata de las Leonas era posible (la meta era el oro). El bronce de Delpo, un sueño. Una medalla en el yachting era imaginable. El bronce del basquet, está visto, una quimera.
Para los que somos casi solamente futboleros es difícil adjudicarnos legitimidad moral para opinar sobre los otros deportes olímpicos. Pero el asunto aquí es que en nuestra condición de ciudadanos y consumidores de servicios de telefonía celular nos han impuesto una ley, la 26.573, promulgada el 2 de diciembre de 2009, para crear y financiar el Enard, el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo. Lo recaudado por ese impuesto, que son millones, no pasa por la AFIP ni va a Rentas Generales. Va directamente al COA que - oh casualidad - está manejado por un Sr. Werthein que es, además, el presidente de Telecom!!!! Esta gente cree que no se va a ir nunca, que las reelecciones y la salud son eternas, que el 54% es patente de corso, y entonces ni siquiera se toman el trabajo de caretearla un poco. Total, solamente estamos cediendo 10, 20 mangos por más al presi de Telecom en nuestras facturas de teléfonos celulares. Para cualquier fulano como nosotros es más barato hacernos los boludos que llevar al Estado a juicio. Y del medallero olímpico no se ocupa nadie. Ni siquiera los medios "destituyentes".

En fin, volvamos a la generación dorada. Queda una enorme deuda de gratitud por tanta gloria y por tantas alegrías. Y queda ese derroche de dignidad, con el resultado puesto, sin medalla, reconociendo la superioridad de Rusia y dejando de lado el fallo dudoso final de los árbitros por la falta a Prigioni. A fuer de ser reiterativos, es esa dignidad, esa entereza, la que nos sigue conmoviendo, aún en la derrota:

"Sigo pensando que es bueno perder con dignidad, mantener la unión que tenemos en el equipo. Con este equipo me siento totalmente orgulloso cuando ganamos y festejamos, pero cuando perdemos también. El respeto por el de al lado es enorme y es un placer ser parte de este equipo. Competimos como se debe, supimos perder. Nos podemos mirar tranquilamente a la cara y mirar tranquilamente a nuestros rivales."


lunes, 6 de agosto de 2012

Un Bronce que vale Oro

Confirmando nuestros pronósticos (ver acá), Juan Martín Del Potro completó la hazaña iniciada el viernes en el duelo interminable contra Federer por las semifinales, ganándole en sets corridos a Nole Djokovic el partido por el bronce en Londres.
Redondeó una semana gloriosa, para la historia. Ganándole sin discusión al número 2 del mundo y protagonizando con el número 1 el partido más largo y encarnizado de la historia del tenis olímpico. Confirmó que está, nuevamente, para pelear cosas grandes. En un momento interesantísimo para conseguir cosas grandes, porque se vienen primero el US Open, que Delpo ya ganó, y luego la semifinal de la Davis en Parque Roca.
Y, para el chauvinismo dominante, Delpo consiguió ayer la primera medalla para Argentina y nos sacó del triste grupo de países que ni siquiera han conseguido una. No es poco. Y Del Potro lo sabe. Por eso llora como un chico a pesar de que, en términos deportivos, lo que ha ganado para sí mismo - en lo personal, digo - es un título menor, que equivale a una semifinal de torneo grande.
Pero las lágrimas de Delpo se explican desde lo que esta medalla significa para Argentina. Y confirman que Juan Martín Del Potro se suma al grupo honorable de deportistas de elite nacidos en nuestro país que se destacan por su excelencia dentro y fuera de la cancha. Que también integran Lionel Messi, Luis Scola, Luciana Aymar, Emanuel Ginóbili, Sergio Maravilla Martínez. Son los que no venden humo. Los que hablan en la cancha. Los que representan un modelo de argentinidad al que deberíamos aspirar pero que nunca se impone. Los pecho fríos.

PD1: De Boca no hablaremos por el momento, para que no nos acusen de estar esperando su derrota para una suerte de "escarmiento divino" de Falcioni y Angelici. Pero después del fixture facilongo que le armaron a Boca en la AFA - recordemos que ya no se sortea el fixture, que las fechas del fútbol se hacen más a dedo que las listas del Frente para la Victoria - lo menos que se esperaba de Boca era un triunfo frente al último, y de casualidad ascendido, Quilmes. Se viene la final de la triste Copa Argentina. Y el debut en la Bombonera sin Román. Para Falcioni puede ser la última semana en Boca. Pero ni sueñen con algo parecido para el gordito Angelici: ese vino para quedarse, para recaudar. Con los mismos bríos de Abdo, hoy retornado a la actividad privada.

PD2: Y de River mejor no hablar, para no ser sospechados de tirar mala onda. Basta con mirar el final del partido para confirmar, aquí también, que lo que Boca y River no producen en la cancha lo tienen asegurado en los arbitrajes y desde los escritorios de Viamonte, donde Don Julio se sigue haciendo reelegir... otra metáfora de esta Argentina que depende del sacrificio de Delpo para llevarse una medalla.

viernes, 3 de agosto de 2012

El mejor argentino en Londres (made in Tandil)

Juan Martín del Potro es bostero fanático. Y como buen bostero sabe que el pasado semestre de Boca terminó con sabor amargo. Porque aunque es muy difícil jugar tres finales, si no se gana ninguna queda un sentimiento de fracaso. Injusto, pero real.
Pues bien, su partido épico de hace un rato nomás ante Roger Federer ya ha quedado en la historia como el partido de tenis más largo de un juego olímpico. Podrá o no llevarse el bronce contra el perdedor de Djokovic y Murray. Pero ya se ganó el Oro en el corazón de los argentinos, por esa batalla de cuatro horas y media.
Cuatro horas y media por un partido de tres sets? En Wimbledon? Así fue, amigo.
Delpo se llevó el primero 6-3, casi sin errores y muy sólido en el saque. Perdió el segundo set en el tie break, sin ceder ni una vez el servicio, por sólo un mini-quiebre. Y el último set... fue interminable. Más de dos horas de juego. Jugaron 36 games. Terminó 19-17 para el mejor jugador de la historia de este deporte y actual número uno del mundo, el suizo Roger Federer.
Para advertir la paridad del juego de Delpo contra el mejor del mundo, para dimensionar esta derrota, hay que recordar que Federer quebró el saque del argentino sólo una vez en el partido, en el game 35 del tercer set. Para darse cuenta del descomunal partido de Federer, hay que tomar nota de los 24 aces que sirvió en este partido (sí, 24 aces, el equivalente a 6 puntos seguidos, es decir, un set).
Federer corrió este mediodía de Londres más que Nadal y Ferrer juntos. Sacó como Sampras e Ivanisevic. Y jugó y pensó el partido... como Federer. Quiere la de oro. Y se la merece.
Pero la actuación de Delpo fue grandiosa. Leo en los foros a algunos argentinos que parecerían festejar esta derrota, que invocan a Nalbandián (quién perdió, en estos mismos juegos, el primer día de partido, en el single y en el doble, en sets corridos, sin dar pelea). Sólo por eso no vale la pena tomarse el trabajo de considerarlos en serio.
Ya lo habíamos anticipado (ver acá) que el medallero argentino estaba en las manos de "La torre de Tandil", como le dice Frana. A pesar del esfuerzo y de tener que jugar por el bronce mañana mismo, entre las lágrimas por esa derrota injusta (injusto que no pueda haber dos ganadores, digo), acaba de declarar antes de jugar, dentro de un rato, el partido de dobles mixto con Gisela Dulko: "Por respeto a Gisela, voy a tratar de olvidarme de esto por un rato y jugar el partido de dobles mixto".