martes, 9 de abril de 2013

La Davis, la Argentina, y la disonancia cognitiva

No veo muchos programas de reportajes que no sean de fútbol, pero como justo estaban hablando de fútbol, me enganché con una nota de Guillermo Salatino a Pico Mónaco. Los tenistas tienen una verba y una capacidad de análisis que ni el futbolista (ni el boxeador) promedio puede rozar. En parte por su origen social - vienen de clase media-alta - y en parte porque el tenis los ha llevado a ver y recorrer el mundo de una manera que el futbolista no puede apreciar.
Llega el final del reportaje y Salata recurre a un conocido recurso televisivo. Le dice - palabras más, palabras menos - "Pico, te pido que sueñes con lo que para vos sería la gloria como tenista". Sin pensarlo mucho, el tandilense responde: "Ganar la Davis". Y explica las razones: se juega de local, en la superficie que uno elige, puede hacerle trampitas al rival, meterle presión a los árbitros, aprovechar el aliento de la hinchada, desestabilizar a los rivales (no olvidemos que Pico es pincha y que todo pincha tiene como ídolo máximo al doctor Bilardo).
Pico no responde la pregunta de Salatino, y Salata se lo hace ver en la repregunta: "Pico, no te pregunté que podías ganar, te pregunto si soñás con ganar un torneo de Grand Slam como la mayoría de tus colegas" (recordemos que Salatino también jugó profesionalmente al tenis). Pero no, Pico no entendió la pregunta ni la repregunta y volvió a sugerir que nunca va a ganar un Grand Slam y que, por lo tanto (el por lo tanto lo dice Pico aunque no sea una consecuencia), solamente sueña con ganar la Davis.
Si Pico fuera así de corto para soñar, nunca hubiera salido con Luisana Lopilato ni con las chicas lindas con las que se ha mostrado. Apenas le habría alcanzado para "ganarse" a la pecosa del secundario. Pero en el tenis parece sufrir lo que los psicólogos denominan disonancia cognitiva, esto es, la tendencia a reducir la incongruencia entre dos creencias o ideas en conflicto hasta conseguir que esas ideas y actitudes encajen entre sí, aun al precio de resignar la idea más ambiciosa.
Mónaco, un tipo culto y educado, ni siquiera comprende la pregunta de Salatino. No sueña, como cualquier tenista profesional, con ganar uno de los grandes. Nadal soñaba con Roland Garros, Federer con Wimbledon, Del Potro con el U.S. Open, Nole con el Abierto de Australia. Pero Miniussi también soñaba con Wimbledon y Franco Davín con Roland Garros. Por qué hay que ser "realista" para soñar?
Con qué sueña el bueno de Pico Mónaco? Con ganar la Davis. Porque es lo único que puede ganar.
La disonancia cognitiva de Pico Mónaco describe y explica a la vez la disonancia de los argentinos frente a estos eventos (deportivos y de los otros). Lo que tienen en común Nalbandián, Mónaco, Berlocq, y Zeballos es que no pueden aspirar a ganar un torneo de Grand Slam. Por lo tanto, no sólo no se permiten soñar con ellos sino que además descalifican al que sí aspira a ganarlos (Del Potro en este caso). Jaite es el jefe de esta campaña de la frustración. Que, como es de esperarse, acumula multitudes de adeptos entre los espectadores. El viernes no había nadie en el Parque Roca, ni siquiera para verlo a Tsonga. Luego de la victoria del dobles se llenó de argentinos la Argentina. Y luego de la derrota de Simon (que también se puede interpretar como un triunfo de Berlocq), explotó nuevamente el fervor por la Davis (y los cánticos contra Del Potro) de los argentinos. Una pena.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo.
    Igual me dio alegría que ganen y ojalá alguna vez ganemos la Davis, pero esto de Pico es muy triste.
    Beso Súper.

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  2. Otro para vos, Mujer. Viste qué lindo lo que hizo Iniesta ayer contra el PSG? Me acordé de vos cuando el gol de Pastore. Aunque no puedo decir que me haya dado lástima el empate de Pedro, al contrario, lo festejé. Para mí la Champions se la lleva el Bayern Munich. Y Pep arranca otra vez con el listón altísimo, je. Otro beso.

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