jueves, 10 de junio de 2010

Para no hablar con el diario del lunes

En terminos de la calidad del material con que cuenta, esta seleccion esta a la altura de la del 82 y la del 94. Sin embargo, hay que decir que al menos antes de entrar a jugar, esta seleccion es una de las que menos entusiasma a la gente, lo cual resulta paradojico considerando la calidad de estos jugadores. Ha quedado, supongo, el sabor amargo de una eliminatoria complicada, con derrotas inesperadas y marcas historicas como la goleada con Bolivia en la altura. Pero el factor mas importante de esta distancia afectiva con la seleccion es el DT, el mejor de todos como jugador, pero hasta aqui unos de los peores dirigiendo al equipo. Nadie podra negarle su conocimiento futbolistico. Y es obvio que como nadie puede contar las experiencias de jugar una final del mundo, y de ganarla, y de estar a la altura de las circunstancias, y de dejar la vida por la camiseta. Sin embargo, no es eso lo que se objeta del DT sino, probablemente, su falta de experiencia, que combinada con su fuerte personalidad y su notable incapacidad para reconocer errores, siembra de dudas el horizonte de esta seleccion. Probo mas de 90 jugadores, nunca repitio una formacion, hizo jugar a algunos jugadores en posiciones inusuales y los mando en cana al primer error (ej.: Carrizo, Dominguez, Papa, Datolo), no convoco a jugadores que eran imprescindibles (ej.: Samuel, Higuain) y parece dejar que le maneje el grupo una camarilla (Veron y Heinze). La lista definitiva - sin Cambiasso, sin Zanetti, sin Riquelme - fue un reflejo de esos rencores en los que el DT tomo partido por un bando en vez de ponerse por encima del conflicto. Y por encima de todo eso, su actitud de confrontacion ha generado sentimientos negativos. Desde el inicio de este proceso se ha peleado con todos o casi todos: con los Grondona, con Bilardo, con Batista y Brown, con los periodistas, con Pipo Gorosito, con Riquelme, con Vivas, con Zapata, y siguen las firmas. A eso se suma ahora su nunca bien desmentida relacion con los barrabravas a los que parece haber financiado junto con Bilardo. "Eso es Maradona," diran algunos con razon. Pero no es solo eso. Porque es la seleccion la que esta en juego y el rol del entrenador el que se salpica.
La realidad es que para bien o para mal, el verdadero entusiasmo sera el que pueda contagiar el equipo desde el cesped. Si las cosas salen bien, todos olvidaran estos y otros episodios y daran rienda suelta al festejo que se niega hace mucho tiempo. Si, por el contrario, Argentina repite la historia reciente, esta seleccion, mas que muchas, recogera criticas despiadadas, que no seran sino el vuelto de las agresiones y de los odios sembrados por Maradona.
Objetivamente, somos mucho menos de lo que pensamos que somos. Los nuestros han sido y siguen siendo los mejores jugadores del mundo. Pero ganamos dos mundiales, solamente. Uno de local, sembrado de sospechas por aquel partido con Peru. Y las finales del 86 y del 90 se jugaron gracias al mejor Maradona, que por si solo era capaz de ganar un partido incluso en una pierna. La lista desde el ocaso de Maradona es elocuente: fracaso en octavos en el 94 en medio del "se los juro por mis hijas"; triunfo por penales en octavos y pobre derrota con Holanda en el 98; despedida en primera ronda del equipo de Bielsa en el 2002; y triunfo en octavos con zapatazo de Maxi sobre la hora con los mexicanos y derrota en los penales con Alemania. La ultima vez que pasamos un cruce mano a mano en los 90 minutos sin sufrir alargue y penales fue contra Brasil en el mundial 1990, ese que mejor no recordar, el de los 15 tiros en los palos de los brasileros, el del bidon de Branco, el de la corrida de Maradona con el tobillo como un pomelo, el de la definicion de Cani. Eso somos, guste o no.
Maradona no aspira al juego colectivo. Espera que Messi sea su Maradona y le haga ganar los partidos con una gambeta magica. No hay elaboracion de juego, no hay pausa, no hay toque. Si lo mas fuerte que tenemos son delanteros, a poner todas las fichas ahi.
Si le sale bien festejara. Si le sale mal sera el escarnio. Pero, en tal caso, no le caigamos solo a Maradona. Si este equipo fracasa sera tanta responsabilidad de Maradona como de Grondona, que lo designa conociendo todos estos problemas, de Bilardo que esta de adorno, de Veron que digito la lista a su antojo, de Mancuso que tambien debuta en un banco de suplentes despues de una carrera como representante, de los jugadores, tambien.
Tiene la suerte de un grupo muy accesible, tal vez el mas facil. Nadie en su sano juicio puede anticipar que nos quedemos afuera en primera ronda como en el 2002. Despues, en octavos, comenzara el mundial.
Cuando un club hace las cosas mal, tipo Rosario Central o Gimnasia de La Plata en los ultimos tiempos, se suele escuchar la frase de que es mejor fracasar y hasta descender para aprender la leccion. Ni Maradona ni nosotros mismos aprenderemos ninguna leccion, porque asi somos. Asi que esperemos que le vaya bien. Que no fracase. Por 30 dias volvemos a ser todos argentinos.

2 comentarios:

  1. y ahora que decis salame? la tenes bien adentro!!! anda que te la saque el doctor chapatin

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  2. Anonimo, de casualidad volvi a leer este post viejo y ahora descubro tu comentario. Lamento no haber podido responderlo a tiempo, aunque los hechos me eximen de tener que ofrecerte una respuesta no?

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