martes, 10 de julio de 2012

Banderazos, desconciertos, y renuncias


Apenas comienza la segunda parte de este 2012 pero quisiéramos que termine ya mismo. Si el tiempo pone las cosas en su lugar, deberemos esperar algunos meses, tal vez algunos años, para hacer una evaluación completa de lo vivido en estos días con la salida de Riquelme de Boca (que al momento de escribir esto todavía no está confirmada). Pero más allá de esos detalles, se completa un semestre devastador para el Fútbol De Buen Pie, uno que empuja a dejar todo, a dejarse abatir por esta realidad. Un semestre de brutal desesperanza en el que parece que hemos quedado en manos del destino y de los malos.
Primero la renuncia de Guardiola, igual de sorpresiva que de dolorosa. Plagada de intrigas y especulaciones políticas, nunca transparentadas por Pep. Luego la salida de Riquelme de Boca, en el vestuario visitante del Pacaembú, con sonido de fondo de los festejos del Timao por su primera Libertadores. Hay algo en común en estas dos renuncias con una tercera, la de Carlos Bianchi luego de perder por penales la final de la Libertadores del 2004 en Manizales, frente al Once Caldas. Las causas de las tres renuncias pueden rastrearse en diversas internas y tironeos de los renunciantes con "el poder" de turno, léase, comisión directiva y/o presidente. En el caso de Riquelme, la sospecha alcanza también a Falcioni y a su cuerpo técnico. Ninguna de esas renuncias hizo públicas las supuestas razones ocultas. Francamente no alcanzo a comprender por qué, especialmente en el caso de la de Riquelme, si de verdad piensa que sus disputas con Angelici y Falcioni no pasan simplemente por una "incompatibilidad de caracteres", esas razones ocultas no se pueden alumbrar. Si Román piensa que Angelici y Falcioni van a hacerle un mal a Boca, como buen bostero, debería declararlo. Cuál sería el riesgo de hacerlo o el beneficio de no hacerlo? Otra punta para entender esas renuncias tiene que ver con el problema del listón alto, con tener que rendir cuentas todos los días, todos los campeonatos. Después de lo que lograron, respectivamente, con Barcelona y con Boca, Guardiola, Bianchi, y Riquelme están condenados a ganar todo, todo, todo. No pueden ser segundos. Ni pueden empatar un partido. No sólo es la presión de tener que pelear contra la mejor versión de su propia sombra. Es también la certeza de que hay más para perder que para ganar. Intuyo que algo de eso hay en las renuncias de Pep y Román. Me consta que la hubo en el caso de la de Bianchi.
Lo otro que une las renuncias de Guardiola y Riquelme - no así la de Bianchi - es el desaliento que genera entre los que amamos el Fútbol De Buen Pie. No se veían lágrimas sino esperanzas en el banderazo de esta tarde (se veían, también, abrazos y cariños para Tato Aguilera, el cronista "riquelmiano" de TyC Sports, que nunca se cansó de posar para infinitas fotos y hasta autógrafos para los manifestantes). Pero a poco que pensemos un momento, lo que se ve para el futuro es negro e inquietante. Qué nos queda, ya sin Pep y sin Román? Y no es que nos preocupen los triunfos de Mourinho o de Falcioni en caso de que se concreten. Nos preocupa que ya no seremos felices mirando fútbol. Al menos no tanto, ni parecido, a lo felices que hemos sido en este tiempo. Esto último establece taxativamente una obligación de agradecer, en este caso a Pep y a Román, por tanta felicidad. Pero permítasenos el egoísmo y la autoreferencia. Y permítasenos también la licencia ideológica, porque además de una manera de sentir el fútbol, Pep y Román consagraron una manera de ganar. Las películas que escribieron el de Santpedor y el de Don Torcuato, Océano Atlántico mediante, eran todas con final feliz. En esas películas ganaban siempre los buenos. Y los malos se iban entre la silbatina, el repudio de sus propios intérpretes y los escándalos berretas, incluyendo dedos en el ojo de los ayudantes rivales y denuncias paranoicas para disfrazar errores propios. Pues bien, es al menos posible que en las pelis que vienen los malos se coronen y los buenos muerdan el polvo. Será el momento entonces de afinar los argumentos y no dejarse ganar por los números.

7 comentarios:

  1. la verdad que por aber sido un feriado y un dia soleado juntar 3 mil o 4 mil personas es un fracaso total ni siquiera juntaron a la gente del barrio. lo que pasa que la gente se da cuenta que estas marchas politicas organizadas por kunkel y los kirchner son una grn mentira. ameal fue el que contrato a falcioni sabiendo que no usaba enganche y ahora sale a mostrarse.

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  2. Ya esta ya se fue Riquelme dejen de llorar que en agosto empieza el campeontao y hay que ganar la copa argentina. gracias por los servicios prestados y espero que se termine el puterio que este riquelme arma en todos los lugares donde estuvo. No soy macrista pero es obvio que todo este revuelo lo arman la campora y la vieja corrupta de la presidenta porque Riquelme ya dijo que con Angelici estaba todo bien. dale bo

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  3. ¿Fracaso el banderazo? 5mil personas en la bombonera + 1000 en Córdoba + Rosario + San Luis + Mendoza + etc. etc...
    Hacé bien las cuentas, porque si te fijas bien juntó más gente que Moyano la semana pasada. Y este chabon se dedica a jugar al fútbol y no a hacer manifestaciones políticas.

    No puedo creer como hay Bosteros cacareando, creí que eso lo hacían las Gallinas nomás.

    ¡Falcioni, Angelici, Macri y Palermo nos llenaron de plumas el club!

    Ahora más que nunca AGUANTE RIQUELME

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  4. Respondo a tu pregunta de que Riquelme no dice porque renuncia. Es facil = $$$$$$$$
    necesita negociar su salida de Boca porque tiene contrato vigente hasta el 2014. Si dice lo que supuestamente tiene para decir lo dejan sin jugar como hizo Roig en el Villarreal. ¿o es que no tiene nada para decir? por algo le decian pesetero

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  5. El lechon Ameal que hacia en el banderazo a Riquelme? se olvida que fue el que lo trajo a Fal$oni sabiendo que no juega con enganche? banco a full a Roman pero Ameal y los que estaban con el que no aparescan por Boca nunca mas.

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  6. Me quedo con una certeza "ya no seremos felices mirando fútbol", al menos sabemos que, seguramente, no será lo mismo. Los que aman los números y pierden el tiempo contando hinchas en un banderazo tal vez sigan igual.
    Nosotros morderemos el polvo pero nunca, nunca, pediremos que se revolee alto la pelota. Nunca de puntín, siempre al pie. En honor a Pep y a Román.
    Nos quedan las alegrias, vividas y compartidas. Y esa jugadas que no inventamos, las vimos, y las recordamos.
    Ya aparecerá un héroe que nos rescate de la oscuridad, el fútbol siempre da revancha me decía mi viejo, mientras tanto, como dice la zamba "no tengo miedo al invierno con tu recuerdo lleno de sol".

    Un abrazo Super.
    Transformemos nuestra tristeza en agradecimiento, y en luz.

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  7. Anonimo: no me detengo a responder provocaciones. Si lees este sitio veras que no hay forma de que yo pueda ser sospechado de kirchnerista. Y el asunto este de "hacerle el juego a" ya lo pusieron de moda los K antes que vos, así que inventate otra.

    Coco: los hinchas de Boca de verdad no le dan las gracias a sus idolos por los servicios prestados. Mucho menos al tipo mas determinante en la historia del club y mas exitoso.

    Pepe; por supuesto que esto no es un tema de números y ademas aca no había ni chori ni otro incentivo que el amor genuino.

    Cain: no entiendo bien tu punto. Riquelme sabe que cualquier cosa que diga puede perjudicar a Boca. Por lo tanto, como buen hincha de Boca, tiene motivos para guardarse sus resquemores respecto de Angelici y Falcioni y no decir nada.

    Kato: comparto tu posición. Lo de Ameal es oportunista e indigno. Tanto como lo de Crespi diciendo que Angelici y él (Crespi) votaron en contra de la llegada de Falcioni.

    Mujer: gracias por tus lindas palabras y por tu optimismo en estos dias de sombra. Espero que to pronóstico se cumpla pronto y tengamos un héroe nuevo. Beso.

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