domingo, 1 de julio de 2012

Sobre el día del Padre (con delay)

El día del Padre, hace dos semanas, Boca perdió el campeonato con Arsenal. Y lo que era un post sentido acerca del significado de la paternidad en el sentido literal y en el futbolístico, trocó en un post sobre el sentimiento xeneixe aún frente a la goleada dolorosa sufrida en la Bombonera frente al equipo de los Grondona. Hasta que ayer leí en Olé otra nota maravillosa de Martín Caparrós, hablando de cosas parecidas, desde su corazón bostero. Lo que había escrito originalmente en mi post se parece en mucho a lo que escribe Caparrós. A la elección de tus colores, en el contexto de la relación con el viejo. Y a la relación con los "hijos" futbolísticos. Pero Caparrós escribe tan bien que me da verguenza publicar el mío. Es que el tipo escribe bien.
Ahí va el párrafo que me arrancó algunas lágrimas, aunque recomiendo su lectura completa (acá):

"a principios de los ochentas, cuando tenía seis años y Boca no ganaba nada, sus compañeritos del colegio, tan blancas palomitas, lo cargaban por bostero, y tenía un tío de Independiente que lo asediaba, le regaló la camiseta, le contaba los triunfos de los rojos –que acababan de llevarse una Libertadores-. Ricardo estaba a punto de ceder. Hasta que su padre lo llamó para una charla de hombre a hombre: –¿Vos lo querés a tu papá? –Sí, claro, papi. –Y si yo estuviera enfermo, ¿me seguirías queriendo? –Sí, papi, claro. –Entonces, ahora que a Boca le va mal hay que quererlo más que nunca. Le dijo su padre y el chico lloró y ahora, ya hombre, lo recuerda cuando lleva a su hijo a la Bombonera. Y quizá vuelva a recordarlo dentro de unos meses, cuando aparezca River, ya de vuelta de su viaje al más acá, y el hombre pueda gritar junto a su chico y otros miles de padres e hijos las dos palabras más hirientes: Hijos Nuestros."


Para los que alguna vez, de muy pequeños, fuimos hinchas de River, nada se valora más que el empeño de tu padre para que elijas lo correcto. Eso es lo que, imagino, hace la diferencia entre ser un buen padre y no serlo. Entre mi viejo y el de Matías Almeyda. Gracias Papá! Por salvarme de la B!!!!!!!!!

PD: sé que en este contexto la foto o el video debería ser de un Mouzo, de un Rattin, de un Gatti o hasta de un Passucci. Pero para esta ocasión, en la antesala de una final de Libertadores, vuelvo a la palabra del inolvidable Patrón Bermudez.

2 comentarios:

  1. Sólo quiero decir que vos también escribis muy bien. Y que cuando de fútbol se trata no tenes nada que envidiarle a Caparrós.
    un beso grande

    ResponderEliminar
  2. Gracias linda! Me alegrás la noche triste sin Libertadores (y con insomnio).
    Un beso grande para vos también

    ResponderEliminar