lunes, 21 de mayo de 2012

Doble cinco doble nueve

Aunque descreemos del "número telefónico", sería absurdo negar que el DT manda un mensaje con la manera en que acomoda las piezas en la cancha. Con altibajos - y probablemente sesgados por aquel episodio de marginar a Román para el partido frente a All Boys en la Boca el año pasado - hemos tenido consideraciones bastante negativas respecto del paso de Julio Cesar Falcioni por el banco de Boca.
Pues bien, nobleza obliga, hay que decir que en la última semana su participación en los dos entretiempos ha sido contraintuitiva y decisiva. El tipo vió cosas que el resto no vimos. Y arriesgó con dos movidas que eran audaces e inesperadamente arriesgadas.
Es cierto que el Fluminense había perdido a Carlinhos a los 35 del primer tiempo y no era descabellado salir a atacarlo con más decisión en el comienzo del segundo tiempo. Pero sacar a un volante central (Erbes) de características defensivas para poner un 9 de área (Blandi)? No solamente arriesgaba al perder a su volante más batallador, de partido aceptable, sino que lo suplantaba por un doble-cinco improvisado, armado entre Erviti y Rivero, ninguno de los cuales es en rigor volante central. Parecía, además, una movida suicida, porque suponía regarlarle las bandas a los buenos laterales del Flu para que progresaran de contra haciendo ancha la cancha. Lo cierto es que el cambio fue decisivo en el trámite del partido, que Boca manejó a voluntad durante todo el segundo tiempo. Que no hizo más goles porque el arquero del Flu fue figura, porque Schiavi no es un gran definidor, y porque Cvitanich no pasa por su mejor momento. Pero Boca fue muy superior y mereció una ventaja mucho más holgada en su partido de ida en la Bombonera. Mereció tal vez 2 o 3 goles de diferencia. El 1-0 es importante por motivos remanidos. Pero es una diferencia exigua de cara al partido de vuelta. Especialmente considerando que una mano semejante de Roncaglia será penal y roja. Y que el Flu no vendrá a refugiarse y a salir de contra como lo hizo en la Bombonera el jueves pasado. Y entonces, ahí sí, el resultado sigue abierto. Porque lo que hay que hacer para ganarle a Boca es atacarlo. Porque es vulnerable.
Respecto de esta noche, lo de Racing fue un poco superior a Boca en ese pálido primer tiempo. Apenas un par de llegadas, pero con suficiente peligro como para justificar, tal vez, una victoria albiceleste en los primeros 45 minutos. Insúa, un lateral izquierdo con futuro interesante, fue con las dos piernas para adelante innecesariamente y se llevó la amarilla que Lousteau se guardó frente a Roncaglia la semana pasada y trocó por roja. Luego se le escapó de las manos la bola en un lateral, cometiendo falta técnica. Falcioni y su cuerpo técnico supieron entonces que era hora de resguardar al pibe e impedirle que volviera a la cancha luego del entretiempo. El cambio, cantado, pero ofensivo de todas maneras, era correr al excelente todoterreno Sanchez Miño - que juega bien por donde lo pongan - a la defensa por la banda izquierda, a Chavez a un costado, y darle minutos a Paredes. Ya era un cambio osado: sale el 3, entra un 10. Pero no. Falcioni repitió la fórmula del jueves pasado: sacó al defensor y mandó a la cancha a Viatri, luego de 7 meses afuera de las canchas por aquella rotura de ligamentos. Y a pesar de algunos sofocones en el comienzo del segundo tiempo, donde parecía que Racing iba a usufructuar las flaquezas de la banda izquierda de la defensa y el mediocampo xeneixe, Boca impuso su ritmo y su juego. Mouche, acaso el delantero mas decisivo de esta actualidad del fútbol argentino - para regocijo de Angelici y de los hinchas de Boca que se lo quieren sacar de encima vendiéndolo caro - colaboraba con la recuperación, volviendo por la izquierda como si fuera un volante. Y hacía diferencias cuando trepaba por la derecha o por la izquierda, transformando a Pillud - pensar que hace unos meses decían que era jugador de selección! - en un espectador más de este buen momento del 7 de Boca. Y Blandi y Viatri entraban y salían, para no darle referencias fijas a los centrales de Martinez y Caceres. Boca manejó de nuevo el trámite de este segundo tiempo, aun sin Riquelme. Creó situaciones. Recuperó a Viatri, al mejor delantero del plantel, de cara a las instancias decisivas del campeonato, la Libertadores y la Copa Argentina, y le permitió convertir a Blandi, un delantero que juega de nueve pero que no es goleador.
Lo que viene será arduo y no cambio en nada mi diagnóstico de la semana pasada. Boca es frágil de mandíbula y si se lo ataca bien se lo puede noquear. En eso se diferencia del Boca de Bianchi. Pero viene derecho, con suerte de campeón, para convertir en momentos críticos del partido. Y tiene al mejor timonel de Sudamérica. Ese que pide a gritos selección argentina para los choques de principios de Junio frente a Ecuador y Brasil. En eso, en la suerte y en la presencia de Román, se parece a aquel Boca de Bianchi.
Tiene a Riquelme. Y ahora, con la recuperación de Viatri, le suma a su mejor socio. Porque ni la polenta de Silva, ni el talento de Cvitanich, ni el sacrificio de Blandi, ni la cintura de Araujo, se comparan a la versatilidad de Viatri. Que juega de volante cuando empieza la jugada y de goleador implacable cuando la jugada se termina. Y si no lo cree vuelva a mirar esta joyita que constituye el primer tiro al arco oficial de Viatri a la vuelta de su lesión. Golazo.

4 comentarios:

  1. Muy buen comentario pero te falta algo porque el que no anda ni para atras es el pochi Chavez pensar que decian que Boca podia jugar sin Riquelme porque Chavez era mejor y ademas corria. Abrazo. Marcelo N.

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  2. Super, lo que se demuestra es que mandan los resultados porque si huvieran perdido por la copa o ayer lo estarias puteando a Falcioni y no dirias que lo protegio a Insua sino que lo quemo delante de todo el mundo sacandolo en el entretiempo. lo mismo con Mouche que ahora es un crack y hace dos semanas no lo querian ni regalado.
    abrazo.

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  3. Coincido en que Boca mereció al menos un gol más en el partido de ida con el Flu en la Bombonera.
    No vi el partido con Racing, pero el golazo de Viatri me alegra porque no tengo dudas que es el 9 que necesita Boca. Es un jugadorazo, más allá de los resultados. Si Román lo elige es por algo.
    Un abrazo y vamos a ver la vuelta con el Flu.

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  4. Si lo marcan a Riquelme lo borran de la cancha y a otra cosa. El unico que los puede salvar es Mouche como estaran de flojos mientras Trezeguet juega en el millo

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