lunes, 7 de enero de 2013

Las consecuencias de tomar mate

La novela de este verano, era de esperarse, fue la respuesta de Riquelme a la llegada de Bianchi a Boca. Todos o casi todos descontábamos el regreso de Román. En parte porque lo extrañábamos. En parte porque queríamos su regreso. Y en parte porque era un tema lógico, de pura racionalidad, ya que su salida de Boca fue más signada por el escándalo mediático que por la gloria futbolística. Es cierto que no fue él sino un hermano, o un primo, o un sobrino el que adelantó en el Twitter antes de la final contra el Corinthians su retiro. También lo es que ese dato le jugó en contra no sólo a él sino al equipo, ya que se habló más de ese retiro que de la final, aun antes de jugarla.
Román merecía y merece un retiro más digno. Como hemos escrito antes y para usar un caso parecido, a lo Verón. La diferencia es que Estudiantes no es Boca. Verón pone en Estudiantes al presidente del club, a la comisión directiva, compra y vende jugadores, les elije representantes a sus compañeros, pone y saca a los directores técnicos. Riquelme no puede hacer ni la mitad de esto, porque Boca es un espacio político muy fuerte donde la vieja política, las dirigencias políticas tradicionales, se disputan el poder como si se tratara de un municipio del conurbano o de una provincia argentina: kirchneristas y macristas han transformado a Boca en un sucio fondeadero como el que describe el tango. Por eso esperábamos la vuelta de Román. Para poder hacernos los boludos y mirar solamente la pelotita.
Pero no. Román amagó que volvía. En un furioso raid mediático se cargó a Falcioni, apenas un día después de que la inexperiencia (y la incompetencia) de Angelici le hiciera ofrecerle una prórroga del contrato al ex DT de Banfield en algún restaurante del barrio del vicepresidente Boudou y el testaferro Cristóbal Lopez. Si Angelici hubiera esperado a juntarse con Falcioni hasta después del partido con Godoy Cruz, o si Riquelme no hubiera salido con los tapones de punta en respuesta al anuncio, la pretemporada en Tandil la empezaba Falcioni. Por eso tenemos que darles las gracias a los errores de Angelici y a las declaraciones de Román.
Lo cierto es que, por razones que pueden no tener que ver directamente con Román, volvió Bianchi. Y que nos ilusionamos con volver a ver Futbol De Buen Pie y gloria deportiva aunque sea por un semestre.
Pero Román volvió a pegarse un tiro en el pie. Amagó volver. "Tomó mate", con Bianchi, dijo primero. Luego agregó a Angelici en el relato, aunque el encuentro fue uno y el mismo. Que pasó en esos encuentros es difícil de establecer. Pero yo le creo a los que dicen que Román pidió una extensión del contrato. Le creo a los que dicen que Angelici y sus dirigentes se la negaron. Pidió que le actualizaran el tipo de cambio de su contrato. Y también se lo negaron. Y aunque ahora Román diga que no vuelve porque es un hombre de palabra y Bianchi diga que cada día respeta más la integridad de Román, hay cosas que no cierran. Porque si tenía resuelto que no iba a volver con estos dirigentes, no se sentaba a hablar con ellos ni les pedía mejoras contractuales. No se sentaba ni a tomar mate.
Para que quede claro: Román, no ya sólo por su historia sino por su presente inmediato, merece el contrato más alto del plantel de Boca. A lo Verón, tiene derecho a exigir todo lo que quiera. Eso incluye una extensión del contrato, para dejar claro que primero está Riquelme y después Bianchi (el pedido de Riquelme fue inmediatamente después de que Bianchi arreglara por 3 años). También tiene derecho a que le ajusten el tipo de cambio. Porque aunque el INDEC diga que no hay inflación y el secretario de comercio interior Moreno persiga a las consultoras que publican índices de inflación más cercanos a la realidad, Román y todos los argentinos no pueden comprar hoy la misma cantidad de yerba (o de carne, o de pan, o de verduras, o de nafta), que compraban hace un año con los mismos pesos. Si Moyano pide un 30% de incremento salarial, como no lo va a poder pedir Riquelme?
El problema es que aquella salida del Corinthians quedó emparentada con Falcioni y esta salida - ya sin Falcioni y con Bianchi en el banco de suplentes - queda emparentada con la guita. Por supuesto que siempre queda el recurso de putear a Angelici. Pero hasta los más riquelmistas concedieron el sábado que "me tiene las bolas llenas".
Román tiene derecho a ser dueño del club por el ratito de vida de jugador que le quede en alto nivel. Pero no puede esperar que sea Angelici el que le dé las llaves. No solamente porque Angelici es de Huracán y tiene menos fútbol que la revista Hola sino porque Román le bajó un DT y lo hizo putear por toda la Bombonera. Angelici accedió a retroceder y negarle la renovación del contrato a Falcioni. Accedió a llamar a Bianchi y a aceptar de nuevo a Román en Boca. Pero hasta ahí llegó. Porque en las negociaciones son ambas partes las que ceden (excepto cuando se negocia con Scioli). Pedirle más guita o ajuste por inflación eran maneras seguras de obtener un no rotundo. Eso fue lo que obtuvo Román. Pero eso no puede ser lo que lo aleje a Román de Boca.
Casos como estos nos hacen hablar menos de futbol y/o de política y mas de psicología. Si de verdad Román se ha ido definitivamente por ser coherente con su palabra, sería bueno recordarle que ser coherente incluye también la posibilidad de revisar decisiones anteriores. Porque somos humanos nos equivocamos y porque somos humanos podemos rectificarnos. Si se va por dinero, mejor mirar para otro lado y recordar las cosas buenas del pasado. Y si se va por una pulseada política con Angelici y los suyos, lo menos que esperamos de Román, como dijimos luego de la derrota con el Corinthians, es que haga explícitas esas diferencias (de la misma manera que el burrito Ortega, por ejemplo, las ha hecho en River para hablar de ex-compañeros suyos como Almeyda y de ex-padres postizos suyos como Passarella).
En cualquier caso, si de verdad se va y si no va a decir por qué (o si el por qué es tan infantil que no podremos creerlo de un tipo al que creemos tan inteligente), habrá que mirar para adelante deseándole a Boca y a Bianchi éxitos deportivos (e iniciativa de local y de visitante). Y habrá que desearle a Román buenos mates y felicidad con su familia y sus amigos de Don Torcuato.
Hubiéramos esperado otra cosa. Pero es esto lo que nos ha quedado.

5 comentarios:

  1. es igual que maradona se lo pasa todo el dia mirandose al espejo y igual que maradona vuela cada vez mas bajo ahora se pelea con el tonto de martin arebalo como el drogon se peleaba con pasman. ya no tiene rivales de prestigio ni entre los periodistas. aguante messi!

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  2. Che bobo, que nos dio Messi que no nos haya dado Maradona? 91 goles en 1 año? Eso ni al Barcelona le importa

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  3. A mi se me hace que esta etapa del virrey en Boca va a ser un fracaso de cabo a rabo y que le van a dejar servido en bandeja la llegada al mellizo. Riquelme fue

    Carlos G

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  4. Coincido en algunas cosas y en otras no. Primero que nada, comparto la tristeza porque tenía mucha ilusión de volver a ver a Román y verlo además retirarse en el jardín de su casa. Como se merecía.
    Creo que es cierto que él quería volver y que por eso fue a tomar mate con Bianchi. Y que en la reunión a la que se sumó Angelici hubo seguramente algunos pedidos pero no condiciones. Lo de la extensión de contrato fue desmentida al día siguiente por los mismos que comenzaron a fogonear el tema mediante los operadores de siempre. Sí creo que debe haber habido algun pedido de ajuste del precio del dólar, algo que parece como bien decís más que lógico en un convenio contractual hecho hace dos años. Negarse a modificar eso es cerrarle la puerta en la cara. Me quedo con la actitud de Bianchi y la de Román. Esos silencios hablan y dejan constancia. Román se inmola pero no baja de su pedestal de caballero para ensuciarse en peleas de barro con ratas como Angelici.
    Su última demostración de amor por Boca fue el raid mediático que fue el factor absolutamente determinante de la caída de Falcioni. Creo que si hoy los xeneizes tienen a Bianchi se lo deben Román, y deben agradecérselo eternamente. Bajó al pasto por Bianchi y por la gente para que expresaran la negativa de seguir bancando a un técnico indigno para la historia de Boca. Pero él prefiere irse así, sin claudicar ante los canallas. Puede ser un error, pero yo lo banco.

    Beso grande Súper, y un feliz 2013, aunque sea sin Román.

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  5. Anónimo 1: creo que hay diferencias notorias con Maradona, aunque respecto del divismo es natural que digamos que se parece a las divas, sea Maradona, Kobe Bryant, o CR7. La cuestión es si juega bien o no. Porque si sigue siendo el mejor, la mejor manera de tratarlo es darle los gustos y que te siga haciendo ganar partidos.

    Anónimo 2: supongo que hay ironía en tu mensaje, lo tomo de esa manera y en respuesta al primer anónimo. Es verdad que Messi en este asunto es menos divo que Maradona y que Román. Es una de las cosas por las que Messi es más admirado, porque es el mejor desde hace 5 años y el pibe no se la cree y sigue por la vida como si fuera un cualquiera. Por esa la gente lo prefiere a Maradona, a Román, o a CR7. La discusión sobre que nos ha dado Messi está fuera de lugar; recomiendo la columna de ayer de Martín Caparrós saldando la cuestión.

    Carlos, es difícil saber que va a pasar. En el futbol hay mucho de suerte y eso puede resolver para un lado o para el otro. Boca tiene material para ganar todo lo que juega y tiene a su mejor DT de la historia y eso no va a cambiar con los resultados de este semestre, pero esperemos que ademas de ganar juegue bien.

    Mujer, nos conocemos ya desde hace mucho y sabés que siempre leo lo que dice Román de la manera que más lo favorece a él. Pero en este caso, más allá del dolor y de la frustración por haber dicho que no, hay muchas cosas que no cierran. Yo escuché esas ultimas declaraciones, el reportaje con Fantino, el cruce con Arévalo, y me parece que cada vez le cuesta más salir airoso porque no es claro qué es lo que esconde o qué es lo que quiere, me parece que ya no tiene razón (como si la tenía en su enfrentamiento con Maradona, con Palermo, con Falcioni). Si ya no juega más en Boca tiene las manos libres para decir que Angelici es un mafioso o que Bianchi es un falso, si ese es el problema. Pero no. Se va agradeciéndole a ellos, como si el problema fuera otro. Y respecto de si ha pedido una extensión del contrato, no me importa si es verdad o mentira porque creo que es legítimo que lo pida y que la mejor decisión de la dirigencia sería darle lo que pida, aunque le pida la esposa a Angelici. El punto es que es poco creíble que juegue al político diciendo: "yo dije que estaba a disposición de Boca pero nunca dije que con los pantalones cortos" como si estuviera en un juicio oral. El punto es que para el hincha es una afrenta que diga que está vacío para jugar en Boca porque ya ganó todo pero no está vacío para jugar en otro lugar, se llame Palmeiras o se llame Tigre, porque ahí no jugó nunca. En fin, ni la pena vale seguir hablando cuando ya no hay vuelta atrás. Pero esto incluye al propio Román: si no juega más que no hable más o que hable del pasado. Si quiere hacer campaña para ser presidente de Boca que la haga, yo lo voto. Pero hoy no puedo dejar de decir que a mí me defraudó Román, creo que se equivocó. Eso (me parece absurdo tener que aclararlo, pero lo hago), no significa bancar a Angelici, Martucci, o cualquiera de esos delincuentes. Me parece que la mayoría de los hinchas de Boca pensamos de esa manera. Beso y feliz año para vos también. Aunque sin Román será difícil...


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