Peligro de error

Mientras esperamos el partido de ida de la Champions, con un Pep desconocido y un Mourinho a sus anchas jugando donde mejor juega, aca tambien empieza el carnaval.
Pompei volvio a tener una de sus actuaciones habituales en la derrota de Racing frente a Argentinos, errando para los dos lados. Y errando a favor y en contra de Teo Gutierrez. Es verdad que la amarilla por simular es objetable (de hecho, Pompei la asume como error aca). El problema es que no dice nada del planchazo artero que le aplico el colombiano a Bogado. Encima, Bogado lo fue a buscar a Teo y declaro luego que el colombiano "tiene mala leche" (aca). Y Teo saco otro conejo de la galera, pidiendo disculpas por el planchazo pero acusando a sus rivales de racistas (aca).
En el medio, Hugo Barrientos dice que es una locura que le saquen la amarilla a Teo (aca) y Ferrero tira la pregunta retorica esperable: "¿Lo absuelven por la amarilla y no le ponen roja por el planchazo?" (aca).
Tratemos de eludir las discusiones sobre la mala leche - Barrientos tiene razones para decir que lo de Teo fue peor que lo de el - y las discusiones sobre el racismo - seguramente fundadas aunque raras en un pais donde la esclavitud fue abolida desde su nacimiento y donde, no casualmente, el crisol de razas no incluye la "raza negra" (que no es raza, pero esto es un blog de futbol...)
La cuestion de fondo es, aqui, la anulacion del fallo arbitral que le permitira a Teo Gutierrez jugar contra River por la anulacion de la tarjeta amarilla. Es esta una de las repercusiones del "fallo Galmarini". Habra que darle la derecha a los Grondona - por una vez - y a los conservadores del futbol. Porque el fallo Galmarini abre las compuertas a una catarata de reclamos de directores tecnicos, jugadores y dirigentes llorones, que consideran justo todo lo que perjudica a los rivales e injusto todo lo que los perjudica a ellos. Es cierto que hay casos y casos. Las camaras muestran que Galmarini no toco la pelota con la mano. Y aunque tambien muestran que Teo no simulo, no se puede mirar solamente un pedazo de la pelicula e ignorar el planchazo, que merecia roja. ¿Que hacemos entonces? ¿Se puede revisar un fallo aislado de un arbitro o hay que revisar todo lo que hizo mal? ¿Merece la misma amarilla el tonto que se saca la camiseta para festejar, el que protesta porque tiene razon, el que protesta porque no tiene razon, el que se zambulle a ver si saca un penal, el que no se zambulle pero se cae igual, el que pega sin pelota, el que pega de atras, el que la toca con la mano, etc etc etc?
En un pais que gano su primer mundial entre sospechas por el 6-1 a Peru, que gano su segundo mundial con un gol en cuartos de final con la mano, y que accedio a otra final en el 90 por esa mismo mano en la linea contra Rusia (sin penal y sin expulsion), lo que se recuerda de los arbitrajes es el penal de Codesal... O sea, no podemos esperar actitudes nobles o imparciales.
¿Soluciones?
La solucion real es fair play. Pero eso parece dificil de pedir a futbolistas profesionales.
¿Entonces?
Propongo dos.
(1) cambiar las reglas. Debe de haber algo intermedio entre la amarilla y la roja. Y algunas faltas no deberian ser faltas.
(2) hay que sancionar a los arbitros, con mas severidad que la actual.
Rectificar fallos que no tengan que ver con si la pelota entro completa (los unicos incontrovertibles) es abrirle las puertas a vivos y ventajeros que piden, en el mejor de los casos, una para mi y una para vos. Existe, desde luego, el riesgo de quedarnos sin arbitros si las sanciones se endurecen. Pero peor es empezar a jugar los partidos en la calle Viamonte con estas camaras.
No es un tema menor: si los partidos se deciden en una oficina, estos camarografos empiezan a ser protagonistas. Porque las camaras no andan solas, hay un chango que las maneja. Y que a veces se distrae mirando el banco de suplentes o la cara de fastidio del goleador que se perdio un gol mientras a unos pocos metros un codazo rompe una cabeza o un delantero se la lleva con la mano.
Y no se trata solo de la torpeza. En este ambiente, no es para nada descabellado pensar que un camarografo pueda ser "arreglado" para mostrar solamente lo que conviene mostrar. O sea, Pompei es un desastre (peor era su padre, Jose Maria, eterno arbitro de Olavarria que una vez me echo por trabar fuerte a la pelota...)
Pero prefiero un mal arbitro que un "buen" camarografo.