Barranca abajo

Este gol, el de Pavone anoche, resume la fecha y el campeonato argentino. Resume como estamos y para donde vamos, justo en la semana en que hablabamos del Beto Alonso, representando el paladar negro del historico hincha de River y, por que no, del Futbol De Buen Pie (ver aca).
El paladar negro quedo sepultado en el recuerdo para los riverplatenses como habia quedado en el 2010 para los jovenes hinchas del rojo, esos que ven en el Bocha un viejo decrepito que vive de recuerdos y que festejan como un triunfo heroico ganarle de local, injustamente y por penales a un equipo de la B brasilera con, encima, el arbitro a favor. La desverguenza (o peor, como dice el Beto, la ignorancia) dominan la opinion. Y River festeja la punta y ese gol que no es resultado de una jugada elaborada sino, apenas, de haber trabado y ganado cuatro veces consecutivas. Esos son los meritos de River para estar en la punta. Y la figura de River es un tipo de 38 años, que hacia 4 años que no jugaba profesionalmente y que cada vez que quiso volver fue en medio de escandalos y expulsiones. Alguno podra replicar que los jugadores buenos que vuelven de afuera siempre hacen diferencia. Ha sido siempre asi. Desde Maschio y Carlos Bianchi, hasta Marcico y la brujita Veron. La diferencia, sin embargo, es que no hablamos aqui de goleadores o de volantes organizadores. Hablamos de picapiedras. Y, peor, hablamos de River. Pero este River no es el de Lamela ni el de Buonanotte. Es el de Almeyda y el de Pavone.
Asi, a nadie sorprende que la tabla de posiciones tenga a mas de la mitad de los equipos en una diferencia de menos de 8 puntos. Hace 4 fechas el candidato de todos era Racing. Hoy, hasta que le toque caer, sera River. Pero apenas Estudiantes, Argentinos y Arsenal (y algunas veces Velez) juegan mas o menos parecido de una fecha para la otra. El resto golea a cualquiera y pierde con cualquiera.
Eso naturalmente comprende a Boca, que despues de dos victorias consecutivas, iba al sur para quedarse a 5 puntos de River y a quedar con la expectativa cierta de sumar los proximos 6 puntos, ante rivales "accesibles" (Tigre y Huracan). Pero no pudo ser. Porque este Boca no es ni chicha ni limonada. Defiende horrible y ataca poco, con poco, y mal. En una tarde para el olvido de Riquelme, con Palermo haciendo meritos para ir al banco de entrada, con Erviti aniquilado por las patadas rivales, con Luchetti zozobrando en cada ataque, con Insaurralde volviendo a perder de arriba para regalar un gol, con Cellay vendiendo humo tirando patadas de karate que nunca se llevan la pelota. Por eso perdio Boca. No ha generado menos situaciones de gol de las que genero Lanus. Pero genero muchas menos de las que hubiera habido creado si devolviera a Riquelme a su posicion de volante y confirmara a la dupla Mouche-Viatri (con Araujo y Palermo en el banco) desde el inicio.
Para la anecdota queda la reaccion de los hinchas de Lanus, que aplaudieron a Palermo cuando se retiro reemplazado por Viatri pero terminaron el partido cantando contra Riquelme ("pone a Riquelme LPQTP...") Y pensar que son los mismos que alababan a Ramon Cabrero...