Aunque sigamos de duelo, es justo darle a Juan Sanchez Miño la caricia que se merece, por tanta jerarquía. Desde su primer día en la Primera de Boca hemos pedido por él. Imploramos borrar a Roncaglia primero y Sosa después para corrar a Clemente a la derecha y Sanchez Miño a la izquierda. Hoy es, por lejos y junto con Viatri, el mejor jugador de Boca. Esta delicia de anoche frente a Independiente es, apenas, una prueba más.
Ya hemos hablado de sus condiciones. Y de su jerarquía. Que no pasa solamente por sus formidables condiciones técnicas sino, sobre todo, por su carácter, por su temple, porque no le quema la pelota en los pies, porque muestra el aplomo de un experimentado. Y con la camiseta de Boca. Conociendo a Angelici y los suyos, probablemente le queda poco con la azul y oro. Será entonces el tiempo de verlo con la celeste y blanca. Que le siga haciendo caso a Román:
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